El día 19 de este mes se cocinaba a fuego lento un movimiento social surgido al amparo de las nuevas tecnologías y puesto de manifiesto sólo unos días antes, con mucha curiosidad nos fuimos a la Plaza de la Constitución de Salamanca, con los instrumentos de percusión en mano, con intención de tomar el pulso al ambiente que se respiraba con motivo de la reunión-acampada que parte de la ciudadanía había convocado.
Aportamos nuestro granito de arena llevando nuestra energía y despertando las ganas de bailar, arrancamos palmas, sonrisas y algunos aplausos.
Diez días después volvimos a acercarnos al “movimiento indignado” por las injusticias sociales y políticas percibidas, que pretendía airear pacíficamente dichas situaciones haciendo partícipes al resto de l@s ciudadan@s, como sabemos hacer, llevando alegría.
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